La protección penal del patrimonio es uno de los platos fuertes del pensamiento penal y de su dimensión legislativa. Si bien la alta incidencia de las nuevas formas de delincuencia —reunidas bajo el concepto difuso de «criminalidad organizada»— capitaliza hoy el interés de los estudiosos, no puede dejar de enfatizarse que la delincuencia patrimonial común es una de naturaleza real, vívida, sensible y de alarma social concreta. Nada más desestabilizador para el sentimiento de seguridad del colectivo social que. las acciones de violencia en el apoderamiento de bienes o los cuadros de participación delictiva múltiple, más aún las lesiones graves y muertes insertas en la dinámica comisiva de ciertos robos agravados. Nada más sintomático que las apabullantes cifras de los delitos patrimoniales, ni menos elocuente resulta que el grueso de las cargas procesales se halle en el sector de la delincuencia patrimonial. Esta obra ha sido trabajada pensando en jueces, fiscales, abogados, secretarios, relatores, asistentes, justiciables, víctimas, profesores, estudiantes, investigadores y, en general, toda persona interesada en el ámbito de la relevancia penal; de ahí las características y el estilo de esta obra: analítica informativa, accesible pero cuestionadora; tratando siempre de combinar la rigurosidad del análisis científico-dogmático de la norma penal y las perspectivas doctrinario-jurisprudenciales con la legibilidad del mensaje.